El Aviador
... Lo dijo así fríamente como si lo creyera verdad, un horrible escalofrío me sacudió... de verdad este ser no era un loco, ni padecía alguna enfermedad, ni veía lo que otros... Armo de la nada su segundo avión y lo echo a volar esta vez el pedazo de papel se fue a estrellar junto a la vía del tren, contuve a mi amigo por si le daba la gana de irle a rescatar de la vías porque en ese momento venía el tren, observé como un milagroso viento ponía en el aire otra vez el papel y el avión se iba junto al tren volando, entonces pensé en que para aprender a volar hay que ponerse a lado de los grandes. dice Charlie.