jueves, 23 de abril de 2020

Nos vestimos de luto por los seres nuestros, no por lo que muere siempre en la naturaleza

El Aviador

Yo supe que algo le había sucedido por el radio del Agente, fui hasta allí siguiendo el rastro de aviones de papel estrellados por doquier, ya la ambulancia se lo había llevado y algunos le daban por muerto. Uno de los aviones había quedado enredado en las cuerdas de la luz. Avisé a los demás y fuimos vestidos de negro a saber que él seguía vivo y que estaba en la capacidad de vernos e inclusive de pedirnos alargar un papel para hacer su última nave. Restregamos nuestras últimas lágrimas y le recitamos la oración más bella creada por un piloto "El Principito", se la repetimos por días hasta que sus ojos se fueron apagando y la inmensidad se lo llevo. Era por fin un Aviador, partió con una chaqueta de piloto, y una botas de vaquero, tampoco falto en su tumba su avión esta vez elaborado en acero brillante e inoxidable, le hicimos el saludo militar ante su partida y le prometimos volar alto, aunque de cierta forma estábamos por desfallecer deseando por dentro a toda costa cumplir nuestro destino e irnos junto a él.