jueves, 31 de diciembre de 2020

entrevista a XervanteX parte 3: el único fin, la promesa, proyecto de vida, adiós

Entrevista realizada por Aleyda Escobar San Juan de Pasto (Colombia), junio 22 de 2016

- La literatura acaba cuando acaba también el escritor?

El fin es indispensable en todo, es bueno tener versiones de escritores de todos los tiempos, es una aproximación a el análisis de ver si avanzamos o retrocedemos.

- Cómo desearías morir?

En una mesa escribiendo de un ataque al corazón indoloro, en la soledad, en donde nadie me lloré ni se acuerde de mi, solo irme sin culpas de ninguna clase.

- Al final de este año veremos tu nuevo libro a cerca de la muerte, inspirado en tu hermano fallecido, ¿Fue difícil escribirlo?

Nada que valga la pena es fácil, olvidar quizá es más terrible que morir, y yo quiero aflorar el recuerdo de mi hermano y de mi, sé que hay fotos en que aparecemos juntos, vídeos en donde estamos felices y recuerdo que me acompañarán toda la vida, pero por si acaso todo colapse quedará este libro como testimonio, como huella, como prueba de que tuve un hermano y él tuvo un hermano que escribió en su honor.

- Tus textos inspiran a la gente y son plataforma para sus proyectos de vida ¿Hay alguna ambición en tus letras?

Ninguna, mi escritura es tan indefensa como yo, la uso para no olvidar, para viajar en el tiempo, para tener la posibilidad de vivir de nuevo, para enamorar y suspirar, y espero para otras personas pueda servirle como a mi.

- Te agradezco estar hoy aquí y asistir a esta entrevista, ha sido un honor y cada que quiera saber de ti buscaré tus letras

El honor es todo mio, mis letras son para todos, mi filosofía es simple y fue heredada de ese gran Maestro que fue Gonzalo Arango, él decía "Yo amo todo, y todo me ama a mí" y creo es lo más conveniente para mí y el mundo, así que gracias por todo.


No supe el marcador final del encuentro de fútbol, tampoco supe a qué horas Alejandro desapareció como un fantasma por entre la gente, y si ese día escribiría algo nuevo y si amaría o si huiría hacia otro tiempo, lo único que sé es que guarde en la carpeta mis papeles y los abrace como lo más preciado. Hoy vuelvo a mirar esas hojas sueltas y cierro los ojos e intento recordar cómo era ese Profeta, aquel que siempre esta presente en sus letras. Adiós.