Por Carlos Alvárez
En
realidad en materia de moda y como un ciudadano normal se esta acostumbrado a andar con zapatos bajos,
ropa ligera y descomplicadamente, pero al adentrarse un poco en un
terreno más rural es necesario poner cuidado a las recomendaciones de
los pobladores, recién de eso me enteró cuando soy testigo de que el
equipaje que traigo no es del todo útil, me falta asi unas botas, un
repelente y sobre todo un buen protector solar... para mi fortuna el
plan trazado consistía en arrancar hacia la finca al siguiente día muy
temprano. Mientras tanto me dedico a reconocer el terreno y aclimatar un
poco el cuerpo por fortuna como se acerca la noche la temperatura baja y
es un buen momento para divisar el horizonte plano apenas atenuado por
la vegetación espesa y una que otra montaña muy a lo lejos.
Mi amigo
Víctor ha contratado los servicios de don Miguel Agreda para que nos
guié en el trayecto hacia la finca y en el camino me pongo a su lado
para conversar con él y tratar de conocer más sobre el rito al que me
someteré, mis nervios ahora al conocer ciertos detalles se hacen más
evidentes. Pero la naturaleza donde quiera es implacable, y a veces pone
obstáculos que por mérito hay que sortear a toda costa, esta vez el río
que según dice don Miguel hay que cruzar esta demasiado "bravo" y es
necesario dar un rodeo que a fin de cuentas llevará tiempo y hacia medio
día nos tiene agotados y se hace necesario alquilar caballos para ganar
tiempo.
Continúa...
http://xervantex.blogspot.com/2012/07/cronica-del-yage-en-el-putumayo-6-de-15.html
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