Existe el bien dentro del mal, hay oculto un pretexto para mentir, para no ser, para aparentar, esperar que un encanto cambie las cosas, en protesta de esto hay que limitar la fantasía: saltar, crujir, croar, desistir y ver un charco como al mar y un pozo como al universo y solo entonces preferir la metamorfosis es una elección, a veces lo que vemos y preferimos no es lo conveniente, hay que estar dispuestos a todos los cambios posibles.