En tanto la vida surja como otra incógnita y los mecanismos complejos del cuerpo se sucedan a toda costa sin explicación la muerte seguirá siendo una respuesta tácita y vulgar.
Básicamente la muerte procede del desgaste paulatino de los órganos o del deterioro de ellos de forma que el cuerpo no es funcional. La naturaleza sigue allí con sus efectos y sus fenómenos, una muerte no altera su actuar ni se inmiscuye en su propósito.
Con toda permisividad la naturaleza sigue su camino, no vuelve atrás.