Y para morir solo necesitamos estar vivos, circunstancia que nos convoca en igualdad e condiciones, y no por ser más poderosos, ni por tener más riquezas o alianzas, ni por saber más, nos vamos a escapar de tal destino.
Una mujer para que invoque en nosotros el amor y la capacidad para avanzar.
También una mujer para que le otorgue un sentido a la vida.
Una mujer que teme a la muerte pero se eterniza en sus hijos y tiene para ellos los mejores deseos de verles triunfando.