Nacer es una simple manera de exponerse también a morir. Entendiendo que todo cuanto nace está inevitablemente a cumplir su ciclo y desaparecer. Vista la vida como oportunidad, y posibilidad de hacer que las cosas ocurran. Es también irónico que una mujer sea a la vez capaz de dar vida y caer en la trampa de que esa vida nueva tampoco asegurara una real inmortalidad o permanencia. El contraste con el cambio que se sucede a despensas del deseo.
El alegato mayor cuando se abdica del deseo de engendrar una criatura que a la postre esta sentenciada a correr la misma suerte, por ser mortal y quien precisa es importante heredar la responsabilidad a una siguiente generación,
La misión que tiene la mujer de al obedecer a sus tiernos deseos influenciados por sus hormonas festejar tanto la vida, como la evidencia de que frente a la vida existe el matiz de el no existir.