Hombre lo que si de verdad me aflige es que siguen confundiento al Profeta Gonzalo Arango con Andrés Caicedo, y lo peor es que creen que en realidad Gonzalo se suicidó, Medellín y Cali no se parecen tanto, pero de cierta forma el Nadaísmo fue concebido en Cali pero su auge se dió en Medellín. Ahora que en el Profeta Gonzalo Arango es común el manifiesto, el poema y el reportaje, mientras que Andrés Caicedo cultiva el género de la novela y el relato y también la autobiografía donde aplica su adoración a la música y al cine. Quizá lo común en estos dos personajes es su irreverencia hacia lo establecido y el amor al arte. Decír que el Nadaísmo en Andrés Caicedo existía antes que en el Profeta Gonzalo Arango es algo atrevido, pero lo que es claro es que estamos ante dos grandes representantes de una literatura corrosiva, hostigante, llena de verdades y obsesiones por una realidad distinta a la que todos conocemos.
Yo sé que a muchos no les importa las diferencias, ni equivalencias literarias, pero valga esto para considerar que el Profeta Gonzalo Arango adoraba la vida, murió en un accidente de tránsito y su obra quedó inconclusa, aún así edificó un Movimiento que rinde un culto desmedido a la vida sin desmeritar sufrimiento ni mal alguno, por su parte Andrés Caicedo vivió ligado a una realidad que le hacia vulnerable y por eso quizá su temprana desesperación y muerte.
Gonzalo Arango (Andes, 18 de enero de 1931- Tocancipá 25 de septiembre de 1976)
Andrés Caicedo (Calí 29 de septiembre de 1951 – Calí 4 de marzo de 1977)