Por V.
Ya está de más esto de que el año se va volando, me aburren estas épocas que siempre van por el mismo tema y mi deseo es convencer que es un día cualquiera, normal, sin particularidad alguna, a veces llueve, otras hace sol, pero es lo mismo.
El maldito Banco por ser navidad no me va a perdonar la cuota, ni los intereses, el decorado por ser bonito no deja de ser un adorno que el polvo procura invadir, recuerdo una poesía que dice que el polvo reína, es cierto. La mamá noel que se exhibe ofreciéndome un celular y un plan más costoso me atrae y por eso olvido comprar la natilla; en el supermercado, hay gente por doquier y me preocupan los ladrones, las cuentas de servicios públicos y el balance del año que haré en la reunión familiar, ¿qué diré?, pues que el tiempo no me alcanzó sino para lo mismo del año pasado, yo no soy nadie importante, solo soy un profesional fracasado, pero libre, cínico pero con el perfecto pretexto para existir: Yo no vine porque quisé.
Necesariamente tengo que hallar una justificación para convencer el por qué no creo en el niño Dios ni en Dios, y por qué no me he casado, y por qué no tengo tanto dinero, y por qué no hablo y por qué soy y no soy. A la vez voy pensando mientras miro las luces que parpadean en que todo pasará y que para el próximo año será conveniente en pensar en la natilla antes que en la chica, es mejor comer ¿no crees?.