Resignarse no esta en mi método, la cuestión es que el tiempo le gana la partida a la vida, la insana costumbre de estar bien, de verse y sentirse bien, y la idea de que lo material hace olvidar la ten temida partida, cree uno que viene siendo inmortal, que con tener más todo se soluciona porque hay seguridad, hay tranquilidad y sin embargo allí esta, la muerte que no exonera a nadie, la que priva de todo, y la que humilla con su sarcasmo, la misma que la ha estado con la humanidad siempre, con todo ser vivo.
Aquella que hace que los árboles caigan de improviso.
La que oscurece el panorama.
A la que se le teme, la misma siniestra que asusta, que alimenta las películas de terror como si fuese una ruleta que no se detiene porque en seguida te tocará a ti.
La muerte que viene después de la enfermedad y que ha de solucionar todo dolor.
La muerte negra, la que apaga, la que frena.
Pero es peor el olvido que provoca la muerte.