jueves, 6 de diciembre de 2012

SEXO: PRINCIPIO Y FIN DE LA VIDA

Por V.




"Nosotros no hacemos de la existencia un negocio teológico, sino una aventura terriblemente humana, trágica y feliz"
Gonzalo Arango

Al parecer los adictos no están del todo equivocados hay que asumir que nos inclinamos por una costumbre: respirar, comer, abusar de los demás, pedir prestado, desear lo imposible y hasta preferir lo más barato, ahora ¿quiénes son los adictos?. El sexo separado del amor se dice es una verdadera perversión, pero quién ha hecho de esa "perversión" tan llamativa y poderosa al límite de que de la unión de un ser con otro ser surta otro ser. Todo es aritmética mientras son pocos los que entienden un nacimiento como la sentencia a la  misma muerte. Ahora el amor dignifica el sexo, lo lícita, lo hace permisivo y le inyecta un grado de responsabilidad y formalidad, todos hemos pasado por eso, algunos primitivos conceptos apuntan a que es potestad humana reproducirse, pero en la naturaleza todo ser vivo lo hace con su porción de lógica llamada instinto; lo cómico de todo esto es que en la especie humana al parecer existe el control sobre el acto en sí y sin embargo al parecer opera el instinto. Hay en toda regla su excepción y su manera para perpetrar a pesar de todo una manera diferente de traducir la realidad tal como es.