Por: V
Con mis amigos tengo una deuda de gratitud infinita, solo me acuerdo de ellos cuando necesito algo. Y ahora con los colaboradores de este Blog estoy muy agradecido al punto de solicitarles por favor pasar la factura para pagárles su tiempo dedicado a esta actividad de escribir que a veces es tan tormentosa y pasional que pone en juego sentimientos profundos y misterios adversos.
A esta hora quizá yo esté viajando, quizá este leyendo algo ó escribiendo extasiado, dopado, amotinado, pero olvidado del mundo y de las personas que me rodean, y si no les he llamado, si no he aparecido más, es porque estoy trabajando en algo. Faltan veinte días para el fin y quiero dedicarlos a leer sus escritos, sus mensajes y cartas que me han adjuntado al correo y que son testimonio de nuestra amistad, no me gustan tampoco las despedidas y sí las sonrisas, asi que pronto espero estar a su lado para compartir esas risas e invitarlos a vivir conmigo otra de esas aventuras que puede ser un Blog nuevo, una expedición lejana ó simplemente departir juntos el milagro de vivir y conocernos.
Amigos míos ¿cuánto les debo?; ojalá bastase mi vida para págarles, muchísimas gracias.