Por: Profeta Paisa
Mamá qué hiciste para que yo naciera así tan devoto de una misión tan desesperada, tan en sí misma procaz, insólita, mediana. Por esa causa ahora tengo visiones, sueños que podrían bien pertenecer al futuro, mi pasado es algo melancólico, por qué será que los hombres verdaderamente grandes sufren terribles penurias en esta tierra, debe ser que su mérito es ese, el de sufrir. Yo quisiera tener la tranquilidad de otros, de andar sin luz, sin sombra, perdidos en una vida a la que fueron sometidos sin saber si quiera a qué vinieron, yo por lo menos tengo la pasión de componer mi poesía, y eso sirve de mucho a la hora de suplicar por alimento, de exigir un ropaje, a la hora de soportar el frio entre el humo del cigarrillo y la hoja de papel que se quema. Ya quisiera que no existiera el dinero que la palabra sirviese para realizar el comercio, pero el mundo esta degradado y en la manera de que la poesía se hace más profunda más duele la herida. El mismo amor me sirve para levantar versos y luego decir que todo pasa y la vida sigue.