Por: Profeta Paisa
No pueden prohibirnos existir, los Poetas aman el desierto y no por el calor si no por la soledad taciturna, la visión de un mundo plano y la dicha de hallarse útiles al misterio del vacío vital. Tanto como el Profeta Jesús desertó de causas altruístas y se fue a purificar al desierto y fue tentado, los hombres nuevos llamados Poetas necesitan departir momentos con sus silencios para adentrarse hacia si y escucharse y tomar el dictado de sus consciencias; y al parecer las demás personas no lo entienden; acaso en cuanto algo atormenta a un ser esté desea pasar su pena en soledad, acaso hay momentos en que es necesario dejar todo atrás para emprender un nuevo camino. La vida es esa fila de acontencimientos propios de los seres que buscan su sitio y a veces por no saber esperar, por ser inconformes con lo que hallan y por desertar de sus propias causas sucumben al deseo y se pierden y cuando alguno es hallado es demasiado tarde para incorporarlo al destino de todos llamado prosperidad.