Por: Poeta Paisa
No se quejarán ya del amor sino de la traición. Si. De traicionar lo que ustedes quieren. El pensamiento que se apaga con la muerte será deseado tanto como el olvido, como un abuelo que ve nietos por doquier y solo desea silencio, quietud y al final desea pegarse un tiro, arrepentido de haber postulado a la existencia a tantos hijos. Pero y si alguien tuviera la solución para el suicidio ¿una vacuna?. No. Más bien una forma de complacer a los humanos. Dios ya lo intentó les dió una paraíso, la belleza, la longevidad, y sin embargo los testarudos siguieron buscando donde no debían "en medio de sus piernas" (y hoy por atrás); ya nada entonces colma, nada basta, y lo distinto siempre es lo más anhelado, es cuestión de siglos de haber domesticado un cerebro que prefiere; y Dios como es absoluto no necesita de nosotros, menos de tú oración, menos de tí. Lo que debemos hacer es trasladar ese paraíso, robar ese lugar y decir que a donde sea que estémos hemos conquistado nuestro propio lugar, porción o no de paraíso y pecado.