Por: Punto Limite Cero (PLC)
Antes de suicidarme pienso ver la hora.
¡Señor recogéme en tu seno por si caigo, por si tropiezo por si no miro que grande es cuanto creaste!
Mientras me cuestiono sobre la manera de persuadir a los forenses y a mi propia familia de que cuando me suicide no estaba bajo efectos de alguna droga, ni borracho, ni deprimido, cuento las horas... una, dos, tres.
El bendito perro del vecino no deja de latir y cada vez el patio me va pareciendo más y más alto, debe ser la luz de la tarde.
Pero esto no es ningún milagro, debe ser casualidad el bendito reloj se ha apagado.
Mientras bajo a buscar otro reloj contesto sin proponerlo una llamada, es una voz de una chica joven operadora de la empresa de teléfonos que me ofrece un plan de minutos y me alaba diciéndome "caballero distinguido y todo", mientras la voz tierna y sensual se hace cada vez más dulce y el tiempo va pasando llego a pensar en que habría sido de mí si me hubiese casado. Varias veces intento cambiar de tema pero la operadora parece una máquina, habla y habla y habla, sin darme oportunidad.... hasta que se ve perdida cuando le digo con la malicia del hecho "el dueño de la línea murió esta tarde".
No contemplo los titulares sarcásticos de la prensa "una operadora le convence de no matarse" "se murió pero del aburrimiento" ó simplemente "la llamada a tiempo". La chica no deja de hablar y creo con todo eso lo mejor es aplazar cualquier decisión, despido la llamada diciendo "le compró el plan siempre y cuando usted sea quien me atienda".