Por: Punto Limite Cero (PLC)
Esta ciudad es un infierno.
Un bus me deja en lo alto, lo más de perdido, estoy en una cafetería y lo único que se me ocurre es hacer tiempo para decir que desde ya me preocupe por conocer la ciudad, pero me siento incómodo, más cuando la gente de la ciudad es distinta, caminan, se estacionan, se preocupan por ir y venir y no paran. Me lleno de nostalgia por mi vereda, por mi tierra, pienso una y otra vez en lo que pensarán si me devuelvo. Por fin encuentro la dirección del apartamento de mi amigo mientras llamo a la puerta me invento la historia de mi demora en la que excluyó por supuesto que anduve perdido. Me recibe mi amigo en persona, me presenta a su esposa y a su hijo, cosa que me deja algo confundido "¿desde cuándo es qué no hablamos?" le consultó. y él dice que desde siempre, me siento peor, yo no tengo mucho que contar, no tengo esposa, no tengo hijo, no tengo nada, salí de mi tierra para conseguir otra oportunidad. Y entonces tomó la maletica le digo a mi amigo que me voy que solo vine a despedirme y a decirle que no me voy a quedar, que emprenderé otro viaje y que a lo mejor no lo vea más.