Por V.
En memoria del Profesor Mario Barrera
Algún día nos convencimos que la vida es una oportunidad y que la muerte es una posibilidad. Somos Soldados en medio de la trinchera dispuestos a explorar el horizonte y dar la vida por el quehacer. Por lo menos sabemos que estámos viviendo tiempo extra y que no nos iremos sin predicar lo mal hecho que está el mundo en manos de pocos.
Ante la duda y el espanto contestamos con una prosa meticulosa, hilanada de fantasía. Os pido un minuto de silencio por nosotros mismos ya que no sabemos otra cosa que humillarnos por lo que no tenemos y no somos.
Mañana amanecerá y quizá los que fuímos ya no lo seamos; ya no servirá entonces presumir que existimos. Hay que libertar mentes para que no se conformen con la estática sino se organicen para difundir realidades nuevas, hay que bloquear la entrada a la cueva de Platón y atizar el fuego solo para nosotros y cuando no queden sombras, ni leños, ni nada que consuma el fuego quizá pensemos en lanzarnos a ese fuego.
Pero mientras hayan vida y libertad la función debe continuar.