Por V.
Se sustentó en un llanto crónico. Las mujeres cuando quieren ser felices se van a la cama y también cuando quieren llorar. Me retiré a la sala para fijar en mi mente cada foto fijada en la pared, el hogar comenzaba a naufragar. Preciso hoy cuando debería estar yo en otro lugar. Luego de horas de dormitar entró al cuarto como si nada, le aplicó mis labios sobre su mejilla y me acomodo a su lado en la cama, le reitero mi juicio -"así soy feliz"- ella se voltea sorprendida y me examina de pies a cabeza y pregunta -¿cómo, acostado?-