Por V.
Deseámos quitar el mantel de la mesa sin romper, ni derramar nada. Hasta hace algún tiempo a esto lo llamaban "orden". Decían los Políticos el "orden mundial", los Economistas "el orden económico", los Filósofos "el orden racional", los Contadores Públicos "el orden financiero", los Psicológos "el orden humano", los Esteticistas "el orden estético", etc. Está bien... los Policias "el orden público" y bis, bis, bis...
Y por querer ser distintos a todos los demás nos adherimos a doctrinas como la Zen y el Nadaísmo aunque a nadie le pareciera ni le complaciera, y cuando hincamos la palabra antes que el diente por envidia y quizá por un cariño nocivo quisieron desviarnos haciendo uso de uno que otro elixir mágico que pertenecia a la mágia negra y que según nuestras fuentes de "inteligencia" ostentaron desviarnos del camino fantástico que llevabamos. Pero a los atacantes les provoco sentimientos de culpa y hoy en día tratan de resarcirse por medio de indemnizaciones que a la postre mitigan (según creen) el daño causado.
Desde está tarima decirles que nuestras letras son sagradas tanto como nuestras vidas, y que para una próxima ocasión no sean cobardes y den la cara, garantizamos que les dejarémos dar el primer golpe, y que por favor dejen ya de llamar y de escribir mensajes averiguando por nuestra suerte, que a la larga si el tónico elixir ó mágia tiene su efecto tendrán noticias en los periódicos con titulares como "nacieron, vivieron y murieron libres" ó "murieron en su ley"; de todas formas cualquiera sea su culpa, pecado ó intención están perdonados.
