Por V.
Y yo que prestándome para llevarle el álbum de la familia a escondidas pensando que quizá sea solo para recordar y contar con la presencia de los rostros y no. En esa cárcel hasta los guardias presintieron algo malo, pero me dejaron pasar llevando el álbum, y lo entregué con el compromiso de volver por el. Pero mucho después me advierten que lo que él pretende con las fotos. Me deja con la culpa imaginando a los demás presos escogiendo la foto para estimularse y algo peor... pagando con cigarrillos.