domingo, 24 de julio de 2011

EN DEFENSA DE LA BELLEZA

Por V.



A la memoria del Profesor Efraín Landazurí

Que los Poetas son inmortales decían más ni sus letras ni sus cuerpos quedaron, de rodillas oran algunos otros componen de pie su obra magistral, unos recitan sus versos y se van, otros hacen eco de las injusticias, puede que sentado estés cuando leas esto y el mundo siga girando y el universo viajando y tu mente pensando ¿por qué no lo escribes?. Admiro por ejemplo los ojos claros porque quizá pienso que se debe ver el mundo distinto, pero me entero que es lo mismo, azul, verde, gris, claro. Por creer que la verdad libraría al mundo y ganaría la tan preciada libertad y por tanto la belleza; me expongo al absoluto karma de decir lo que me parece más la elemental; acción trae una reacción y me envían para callarme sicarios, pero ante el paredón recuerdo a García Lorca y recitó al viento:
Sorpresa!
Muerto se quedó en la calle
con un puñal en el pecho.
No lo conocía nadie.

¡Como temblaba el farol!
Madre
¡Como temblaba el farolito de la calle!

Era de madrugada.
Nadie pudo asomarse a su ojos
abiertos al duro aire.

Que muerto se quedó en la calle
que con un puñal en el pecho
y que no lo conocía nadie.

Esas prefiero sean mis últimas palabras, antes tenía que estar pendiente de que la muerte viniera en un auto blanco, luego en un taxi, después en camión, pero no llegó, vino sobre dos ruedas. Mejor vivir que morir dijo un vivo, y el muerto solo calló y cayó.