"...entonces me cepillo con el dedo..." (mi hermana)
"... ese man es tan optimista que hasta cepillándose los dientes sonríe..." (C. Vélez)
Por desgracia en este viaje también olvidé mi cepillo de dientes, esta escena me remite a recordar historias que ocurren con estos artículos:
Algún día cuando iba a tirar el cepillo recordé que podría usarlo para embetunar zapatos, quizá también para limpiar algún artefacto electrónico ó a lo sumo engrasar la cadena de una bicicleta o moto. Lo que me divierte es que luego de adquirir un nuevo cepillo (que la mayoría de veces tiene la misma marca y color del antiguo) en medio del desorden se confunden y termino utilizando el cepillo nuevo para lo contrario... y ocurren confusiones al punto de que un día creí estar cepillando mis dientes con gasolina en lugar de crema dental... Vaya eso está muy mal...
Pero lo peor (¡horror!) es que confundan tu cepillo de dientes (porque otros tienen del mismo color y marca) ó que involuntariamente ( ó voluntariamente) te lo hagan caer al piso ó dada la fatalidad te lo arrojen por el excusado (y lo rescaten y no te digan nada "...oh my god...")... Pero la escena crucial es que te encuentres con que tu cepillo resulto tan "bueno" que van seis meses y ni síntoma de envejecer pues solo se le han caido algunas cerdas y el cabo está todo despintado (y quemado por la vela aquella vez que se fue la luz) y ni indicios de la marca.
Te comento que "los Odontólogos recomiendan cambiar el cepillo por lo menos cada tres (3) meses)" nada es eterno como tú piensas, así que te convido a que reconsideres la "salud de tu cepillo de dientes" (esto también aplica para cepillos de pelo y similares).