viernes, 24 de agosto de 2012

CUANDO TE LAMEN TODA







Acabo de pegar ese papel en la pared y el pegante queda en mis manos como algo pegajoso y molesto, es incómodo eso y recuerdo por momentos los besos que he recibido en mi vida, los primeros eran de unos chiquillos que al parecer no tenían para comprarse un enjuague bucal, ni seda dental ni cepillo de dientes; cuando en el ranking de la vida fuí subiendo los besos fueron más parecidos a un mordisco y lo siguiente que recuerdo es que se convirtieron luego en un homenaje a una lengua canina que rebusca un sabor cálido, a lo sumo el campeón fue uno de esos besos con saliva tan corrosiva que la base de mi maquillaje quedó reducida. Y estoy recapitulando en las películas románticas para comprobar que antes el beso efervecía en placer, en intención, en caballerosidad y hoy con un beso te quieren desnudar, y hasta en el chat te embadurnan los babosos. Hay muchas cosas que se hacen con la lengua pero creo los hombrecitos con esa imaginación tan poderosa si se pasaron y si quieren llegar a tocar y palpar amígdalas u otras gónadas que enrosquen sus lenguas y se muerdan así mismos. Capich!