A muchas mujeres les sale el bigote, tienen vellos en el pecho y las piernas y algunas suelen tener la voz gruesa y les sale la manzana de Adán en el cuello; pero siguen siendo tan femeninas como siempre, pero veo que como la citada evolución no se queda quieta y hay diversificación en cuanto al sexo y si hay hombres que se mandan a operar y además de vagina se ponen pechos y se hacen crecer el pelo y quedan más elegantes que una mujer al natural entonces no descarto que algunas mujeres también quieren ser hombres. En esto pienso cuando escucho las letras de la nueva ola de reggaeton donde se acusa a la mujer de gasolinera de perversa e infiel y las gatitas bailan esa cosa sin pensar en nada. A una mujer le corresponde madrugar más, hacerse su propio desayuno y el de los demás, trabajar, manejar al mismo tiempo problemas hogareños y de la oficina ó negocio y sin embargo su pago es mínimo comparado al del hombre. Si el macho nos tilda de interesadas, de desear imposibles de ser antojadas de cada pedazo de tela en una vitrina debe saber que hoy las cosas han cambiado y creo, los pantalones nos ha correspondido llevarlos nosotras, y aunque respeto la libertad de culto y la fe confieso me aturde las mujeres que se encierran en sus hormonas y no son y no aceptan que nacieron para ser hombres y andan por allí depilandose, pareciendo delicadas y levantando manes sin que con ellos sientan nada parecido a placer. El trabajo que les dejo es que quiten esa idea de género, que acepten las cosas como son y sobre todo que dejen de mentise a sí mismas.