Confiarle por un día los hijos a ex marido es un error que no volveré a cometer, menos cuando pretendo pasar tiempo con mi futuro e-s-p-o-s-o. y juro lo hice porque en la cara del hombre detecté unas ganas inmensas de que estuvierámos solo los dos en la intimidad que me causo lástima y accedí adviritiendole eso sí que estaba en esos días en que más fértil se es y que se corre el riesgo de llamar a la cigüeña; ese hombre como es delicado y noble y seguidor de alguna filosofía hindú, budista ó no sé qué aparece con un ritual tántrico lleno de ejercicios y mantras para equilibrar el plexo y difuminar en la mente el sentido práctico del sexo. Mi preocupación al final viene siendo la situación de mis hijos y cuando miro que pasa el tiempo y el acto se aplaza me superpone la idea que este man ó es marica ó he tenido la desgracia de enamorarme de un monje, y es menester tomar las riendas de la situación y desistiendo de la pose de yoga me quite la ropa y le insinué toda mi voluptuosidad cosa que lo desarmó de inmediato y cuando hubimos acabado cada quien satisfecho por su lado, me insinúa que todo se debió al protocolo previo, miro el reloj y me afano a organizarme para salir por mis hijos pero él sigue con su retahila de los puntos de presión y la circulación de la energía sexual y cuando suplica un "¿que te parece?" le digo simplemente -"No sé a mí lo que me pone a mil es la pose del perrito" -.