Comité Experimental
Se dice que no hay ateos, que cada quien precisa en algún tiempo creer en algo ó alguien, que ante la muerte todos tenemos la esperanza de que hay un más allá y alguien quien nos espera al otro lado, aunque inconformes con el mundo que nos correspondio siempre nos atenemos a tener suerte, a agradecer los favores recibidos a creer en el azar, en la coincidencia, en el oportunismo, en la importancia del "yo" y la impermanencia del "otro".
En un mundo intolerante, que segmenta ideas, que esta en contra del concepto absoluto, que réplica sin tener certeza, vale por lo menos tener un templo para sí mismos, en donde se aprueben las creencias y se elogien los criterios, entonces cada quien se aisla del mundo y de los demás.
Nosotros le apostamos a "sentir" porque en últimas es lo que vale, si en tu ser escuchas el llamado espiritual debes seguirlo, si te envelve el amor debes querer, si deseas algo con pasión debes luchar por conseguirlo, pero eso sí evitar estar en extremo "atados" a eso que mueve nuestras predilecciones. Alegamos sin éxito que tarde o temprano las cosas deján de estar en nuestras manos y entonces nos arrepentimos de no poder hacer nada más que lamentarnos.
Dejámos de llamarnos unos a otros ateos, aunque según nuestro manifiesto no creemos en nada, hay que ser conscientes de que el milagro puede ser existir para poder anunciarlo a ustedes.